Los celtas son los primeros pobladores «históricos» de Galicia y, por extensión, de la comarca eumesa a partir del siglo VI a.C., en que se impusieron a los habitantes autóctonos en sucesivas incursiones conquistadoras desde el norte de Europa.
Los restos arqueológicos encontrados en el municipio de Pontedeume respaldan la hipótesis respecto de la existencia de colonizadores de origen celta, así tenemos castros y mismo un torques de oro que apareció en el lugar de Castrelo, parroquia de Centroña, en 1912.

El nombre de Breamo se quiso ver como un legado de estos pueblos al hacerlo derivar del irlandés «bri» (monte), y mismo varios historiadores localizan próximos al partido de Pontedeume cuatro ciudades de origen celta: Brigantia, Lámbrica, Libunca y Ardóbrica. Además, el llamado por los romanos «Portus Magnus Artabrorum» -poblado por la confederación ártabra, poderosa agrupación celta- abarcaba las costas de la comarca eumesa.
Pero también dejarán los romanos su huella en el paisaje arqueológico del municipio de Pontedeume, registrándose dos yacimientos de este origen, uno en Zopazos y otro en la parroquia de Centroña.
La catalogación arqueológica efectuada de los restos encontrados en el municipio eumés llevó a la identificación de 11 yacimientos (6 castros, 3 túmulos y 2 yacimientos romanos) que se distinguen según estén situados en el litoral -expuestos a la acción destructiva del agua: Zopazos, Centroña y Castro de las Insuas– o de cara al interior del Concello, que sufren alteraciones ocasionadas por el hombre.