Los incendios
A lo largo de la historia de la Villa se van a suceder una serie de incendios que van a tener bastante importancia en el desarrollo urbanístico de la zona.
Pontedeume es uno de los pueblos gallegos con más historia y con mayor peso en épocas pasadas.
Tras sus piedras y callejuelas se esconde un pasado lleno de historia con un importante papel en el devenir y desarrollo de la comarca durante el siglo XIV y resto de época del medievo.
Pontedeume era, por su situación geográfica, un lugar estratégico en el pasado.
La herencia de esta época gloriosa son un gran número de monumentos y restos que tienen mucho que contar.
¡Adéntrate en los callejones y descubre el Pontedeume medieval!
El casco antiguo de Pontedeume está repleto de huellas del pasado que lo hacen fascinante y que envuelven al turista en un halo de misticismo. La marca imborrable de la familia Andrade y el esfuerzo del Arzobispo de Santiago, Bartolomé Rajoy y Losada, entre otros, han dejado en la Villa una serie de monumentos y espacios de obligada visita.
Dar una vuelta por el casco antiguo e impregnarse de toda esa historia es volver a la época dorada de la Villa.
Construcción emblemática que da nombre a la Villa, fue reedificado entre 1863 y 1870, y remodelado entre 1884 y 1888, hasta quedar con los 15 arcos actuales.
Sustituyó a un puente gótico de 68 arcos y más de 850 metros, que mandó construir, con dos torres, capilla y hospital en medio para peregrinos, Fernán Pérez de Andrade “O Boo” entre 1374 y 1380.
De este puente gótico sólo quedan el Oso y el Jabalí, que hoy están situados en el antiguo Convento de San Agustín, los cuales estuvieron entre los arcos segundo y tercero, en el hueco de los tajamares.
En un principio propiedad del Conde de Andrade, pasó en fecha indeterminada a ser propiedad de la Villa, viéndose notablemente ampliada en 1936 con la desaparición del pazo.
En su centro se construyó en 1671 la fuente o Pilón, abastecida con el agua de los manantiales de la falda del monte Breamo. El actual Pilón fue realizado en 1788 por el maestro de cantería Andrés de Monteagudo.
Entre 1951 y 1960 se realiza en ella la plaza del Mercado.
Torre de 18 metros de alto y 11,50 de lado, hoy Oficina de Turismo y Centro de Interpretación de los Andrade, es el último resto del Pazo (Palacio) de los Andrade, que completaba el recinto amurallado de la Villa por su parte oeste, fue posiblemente construido por Fernán Pérez de Andrade “O Boo” a finales del siglo XIV.
En 1905 pasa a ser propiedad de la Villa y en 1911 se derriba una parte para abrir la Avenida de Lombardero.
En 1936 desaparece el resto, posibilitando una considerable ampliación de la Plaza del Conde.
En la década de los treinta del siglo XX se coloca el escudo de don Ginés Ruiz de Castro Andrade, antes situado en la fachada principal del pazo, y en 1951 se realiza el coronamiento y se abre la puerta que da a la Plaza del Conde.
La muralla, con 9 torres y 5 puertas (Puente, Salga, Porto, Postigo y Carnicería), se extendía por la ribera del mar, bordeaba el pazo, iba por las actuales calles de Picho y Tafona, y bajaba junto al convento de San Agustín, incluyendo la fuente dentro del recinto amurallado.
Bordeando el atrio de la iglesia de Santiago, junto a lo que fue la puerta del Postigo, realizada en 1619, se conserva la base de la antigua muralla.
Desde 1371 hasta la instauración de los concellos constitucionales, los Andrade mediatizaron el gobierno de la Villa con sede en el concello (casa consistorial).
De la intervención en ella de Fernando Ruiz de Castro (1506-1575), deja constancia el escudo que fue picado en 1820 y posteriormente restituido.
Sufrió el incendio de 1607 y fue reedificado en 1609.
Durante la alcaldía de don Celestino Sardiña volvió a ser reedificada, manteniéndose en la fachada la misma configuración y las piedras reutilizables.
Se encuentra situada en la primitiva plaza del Rollo, después plaza Real, presente desde la fundación de la Villa en 1270 y ampliada en 1617.
Actualmente es una de las zonas de más fama de Pontedeume de cara al ocio, debido en parte al gran número de terrazas que se despliegan en la plaza y a los puestos de comerciantes del Feirón que se colocan por las calles todos los sábados.
La capilla mayor con la sacristía vieja fue mandada construir por don Fernando de Andrade en el pirmer tercio del siglo XVI.
Cubierta con bóveda estrellada, en ella, junto al Santiago sedente de granito policromado de finales del siglo XIV, destaca el retablo renacentista, realizado en 1530 y ampliado y dorado en 1564 por los inmediatos descendientes de don Fernando.
Sus pinturas sobre tabla del ciclo de la pasión poseen una indudable unidad estilística, más próximas al Gótico flamenco que al Renacimiento.
El resto de la iglesia es obra patrocinada por el arzobispo de Santiago Bartolomé Rajoy y Losada, realizada, según traza de Manuel de los Mártires, entre 1756 y 1763.
La fachada con sus torres, obra destacada del barroco gallego, fue contratada por Alberto Ricoy.
Llamada también de Nuestra Señora del Soto, fue mandada construir por Nuno Freire de Andrade en 1378.
De la primitiva construcción sólo se conserva un sillar con el escudo de los Andrade y el tímpano de la puerta con la imagen de la Virgen.
Su aspecto actual responde a la reedificación costeada entre 1672 y 1680 por el indiano Andrés Copeiro.
La espadaña es de 1817 y la media naranja y cimborrio fueron reedificadas en 1858 por el arquitecto Faustino Domínguez.
De su mobiliario, destaca el retablo mayor, barroco, de columnas salomónicas y relicarios, realizado a finales del siglo XVII, posiblemente, por Alonso González; y pintado con posterioridad a 1718.
Su aspecto actual responde a la reedificación costeada entre 1672 y 1680 por el indiano Andrés Copeiro.
La espadaña es de 1817 y la media naranja y cimborrio fueron reedificadas en 1858 por el arquitecto Faustino Domínguez.
De su mobiliario, destaca el retablo mayor, barroco, de columnas salomónicas y relicarios, realizado a finales del siglo XVII, posiblemente, por Alonso González; y pintado con posterioridad a 1718.
Fue mandado construir en la segunda mitad del siglo XVIII por el arzobispo eumés Bartolomé Rajoy y Losada (1690-1772), en lo que fue la casa de su padre, el boticario Nicolás Rajoy.
En la fachada conviven elementos típicos de la escuela compostelana con otros nuevos, más clasicistas, de influencia francesa.
Se compone de un bajo con soportales de gruesos pilares cajeados, dos pisos con balcones, recorridos por pilastras de orden gigante y un remate en peineta que contiene el escudo del Arzobispo.
Limita al norte con la Plaza del Pan, antiguo espacio destinado al alfolí (desde 1713) y luego a plaza del Pan (1840); derribada en 1940 para ser convertida en público.
Fue remodelada en 1984 por el artista José Días Fuentes, quien esculpió la mujer en bronce que moldea pan.
Fundado extramuros a la Villa por don Fernando de Andrade, en 1538, con el nombre de Sta. María de la Gracia, se cerró en 1835 a raíz de las leyes de desamortización.
De la época de la fundación se conserva un ala del claustro renacentista, mientras que la hoy fachada principal es barroca, de la segunda mitad del siglo XVIII.
Entre 1842 y 1848 funciona como cuartel y escuela. En 1848 es subastado y pasa a manos privadas, hasta que en la década de los ochenta del siglo XX es adquirido por la Villa, siendo convertida en Casa de la Cultura.
La iglesia, que no fue subastada, se demuele en 1867 para abrir la Avenida de Rajoy, mientras que la huerta fue adquirida en 1864 al particular que la había comprado, pasando a llamarse Alameda de Rajoy.
El edificio destinado hoy a Biblioteca Municipal fue casa del regidor Beltrán de Anido, que dona, en 1580, en su testamento, para Cátedra de Latinidad; condición que se mantiene hasta 1851.
Según reza en los dinteles de la puerta, fue reconstruida en 1621, tras sufrir el incendio de 1607, ampliada en 1707 y nuevamente reedificada en 1822.
La iglesia de San Miguel se encuentra a cerca de 2 Km de Pontedeume, siguiendo la carretera N-651 o a 1,5 Km subiendo a pie por el camino que nace cerca de la Iglesia Parroquial de Santiago de Pontedeume.
El primer documento en el que aparece mencionado el Real Priorato de San Miguel tiene fecha de 1234, con motivo de un pleito entre Breamo y el monasterio de Sobrado, pero se cree que su existencia viene de medio siglo antes, concretamente en el 1187, según la inscripción en el contrafuerte izquierdo de la puerta principal.
Se alza sobre la Peña Leboreira, en la parroquia de Nogueirosa, dominando toda la desembocadura del río Eume y el nacimiento de la ría de Ares.
Si bien se haya a sólo 3 Km. de Pontedeume en línea recta -lo que alimentó la leyenda de que existía un pasadizo secreto desde el castillo hasta el torreón de la Villa- el desnivel del terreno impide un camino directo.
La construcción del castillo de Andrade fue realizada entre 1369 y 1377 por orden de Fernando Pérez de Andrade “o Boo”, sobre terrenos arrebatados a los monjes de Sobrado.
Siguiendo la carretera que parte desde la gasolinera del centro del pueblo y bordeando el río Eume se llega al monasterio de San Juan de Caaveiro.
Está situado en el corazón de la últimas fragas atlánticas autóctonas -las Fragas del Eume-, apenas a 14 Km de Pontedeume.
Los orígenes de este monasterio están encuadrados en el movimiento eremítico que, nacido en los primeros siglos del cristianismo, tiene una especial incidencia en la alta edad media.
En 1975 un decreto declara el monasterio Monumento de Interés Histórico-Artístico.
Hace pocos años ha sido objeto de una profunda restauración.
Aunque no se encuentra en el concello de Pontedeume -pertenece al de Monfero-, el monasterio de Santa María es un lugar relacionado íntimamente con la familia Andrade, puesto que en su interior se encuentran los sepulcros de la mayoría de los miembros de esta saga familiar, tan importante para el desarrollo de la Villa.
Entre otros se encuentran Fernán Pérez de Andrade, fallecido en 1470; Nuno Freire de Andrade “o Mao”; Pedro Fernández de Andrade, que murió en 1435 o Diego de Andrade, que dejó de existir en 1492.
El monasterio comenzó a construirse en el siglo XII. En este siglo se levantó la primera iglesia, de la que sólo queda el muro meridional.
El actual Monasterio se construyó desde 1622 a 1656.
A lo largo de la historia de la Villa se van a suceder una serie de incendios que van a tener bastante importancia en el desarrollo urbanístico de la zona.
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