Origen del topónimo

Que Pontedeume debe su nombre al río que lo vio nacer, es de sobra sabido. Pero aun así conviene puntualizar algunos datos recabados acerca de las posibles denominaciones de la Villa.

Dos nombres, ambos anteriores a la presencia romana en Galicia, se le conocen al río que hoy llamamos Eume.

El primero de estos nombres es el de Ume. Aunque hasta el siglo XVII no apareciese ningún documento al respecto, la deducción hace pensar que así fue, por lo que deriva en esta composición: Ponte de Ume.

La comparación lingüística con otros hidrónimos de Galicia y la zona de Portugal, lleva a estas deducciones. Estos nombres compuestos produjeron a su vez la alteración del topónimo Ume en Eume, al dar pie a una falta de interpretación de la -e- final de la preposición -d’e- como elemento inicial del nombre del río: –d’eUme-… e-UmeEume.

Puente piedra Pontedeume
Foto: Marcos Vázquez

Un segundo nombre pre-latino que recibió el río, o quizá tan sólo el último tramo de su recorrido o el mismo estuario que forma al desembocar en la ría, fue, sin duda alguna, el de Anaris, el cual derivó después en el nombre de la ría y en el del municipio de Ares, por la caída en la -N- intervocálica (ANARIS / Aaris / Ares).

Pontumio

Las noticias cristianas del reino de Asturias sobre una batalla ganada a los árabes por el rey D. Fruela I, en un supuesto lugar de Pontumio, se han intentado utilizar para ubicar este lugar a orillas del Eume, o en las inmediaciones de lo que hoy es Pontedeume.

Los historiadores desechan esta posibilidad, dando casi por segura la de que dicho enclave se situaría a orillas del río Umia, en Pontevedra. Incluso hay quien lo sitúa en Beja -Portugal- y otros entre el Miño y el Duero.

Leyenda de Ponte-Demo

Hace muchísimos años vivió en estas tierras una hermosa joven que poseía inmensas riquezas y todos los terrenos que hay de una y otra orilla del río Eume. Un día quiso visitar sus haciendas de la ribera opuesta y atravesó el río, que entonces era muy poco caudaloso, en una ligera embarcación.

Se detuvo tanto tiempo en la otra orilla que cuando volvió a buscar su batel para regresar al castillo, se encontró con la inesperada sorpresa de que el río había crecido enormemente y estaba convertido en un brazo de mar.

La barca y los dos hombres que en ella quedaron habían sido arrastrados por la corriente. Esto irritó bastante a la joven dama que precisaba volver de inmediato a su castillo, pues asuntos urgentes la requerían allí. Maldijo su suerte, pero al poco rato apareció a su lado, discretamente, un joven bien vestido que hablaba de muy buenas maneras.

Este le brindó la oportunidad de atravesar fácilmente el río sin pedirle a la dama otro favor que el de marcar con su sello un pergamino que el joven portaba enrollado en su mano.

Diablo

La ofuscación desesperada de la joven, en su deseo por llegar cuanto antes a su castillo, la impulsó a rubricar el pergamino sin detenerse en su contenido. Al pronto apareció ante sus ojos el puente que hoy atraviesa la ría, envuelto en una diabólica humareda. El olor a azufre apestó la comarca durante varios días.

Al joven no se le volvió a ver hasta un par de años después, que, llamando a las puertas del castillo de la dama, solicitó una audiencia con ella.

Entonces le requirió que cumpliera con lo que habían pactado y sellado en el pergamino, en virtud de lo cual la impaciente joven dama se obligaba a entregarle su alma. Esta era la recompensa que el joven requería.

Pero el joven no era más que una imagen ficticia tras la cual se escondía el mismísimo diablo.

Para cumplir lo pactado llevó a la Señora a la parte más elevada del puente y le ordenó que se arrojase a las frías aguas del río. Angustiada, la dama pidió protección al Espíritu Santo y el diablo se vio obligado a abandonar a su presa, desapareciendo para siempre.

En el lugar de estos hechos, la noble dama mandó construir una capilla y, desde entonces, al puente lo llamaron Ponte do Demo, que quiere decir Puente del diablo, y así fue derivando en Ponte-demo… Ponte-deume…

Compartir:

Otras páginas que te pueden interesar

castillo andrade

Monumentos en Pontedeume

Pontedeume es uno de los pueblos gallegos con más historia y con mayor peso en épocas pasadas. Tras sus piedras y callejuelas se esconde un pasado lleno de historia con un importante

Leer más »
Marisqueo bajo el puente de Pontedeume

Puente de piedra

La historia del primer puente sobre el río Eume es la historia de un puente medieval, quizá uno de los más largos de Europa y además con una larga vida:

Leer más »
Carrito de compra
Scroll al inicio